John Cusack vuelve protagonizando otra película estrenada esta temporada después de 1408, Martian Child, esta vez es “La Vida sin Grace” con aire independiente y que obtuvo algunos galardones en Sundance, la cinta que solamente tiene pretenciones de contar una pequeña historia que forma parte de un drama mayor que lo constituyen las familias que pierden seres queridos en conflictos bélicos que se involucra Estados Unidos.
No solo el conflicto con irak que aun persiste en medio oriente hay victimas que son soldados, su director James C. Strouse que prácticamente debuta en el cine con este drama “cuasi bélico” porque generalmente vemos films donde los hombres son parte de la guerra, su confraternidad en las tiendas de campaña y riegos en combate, pero esta cinta esta contada enteramente de la vereda de enfrente. Esta vez no es el hombre el que va a luchar al frente de batalla sino que es la mujer de un jefe de ventas de un Home Store que debe hacerse cargo de también de las labores domesticas y sus dos pequeñas hijas ante la ausencia por el trabajo prolongado de sus madre.
Un día el ejercito le dará una noticia que nunca espero y en vez de contar a sus hijas que sus vida cambiarán por completo decide invitarlas a un largo viaje a Florida para huir a un gran parque de entretenciones para dilatar la charla con ellas. Una road movie, mucho amor, hoteles y por sobre todo una mirada intima es lo que ofrece la cinta.
La película a pesar de tratar de un tema tan duro no cae en la tentación de mostrar escenas bélicas sino que sus discurso es rendir un homenaje a quienes de cierta forma mueren en vida al perder un ser querido “defendiendo los intereses de sus país”. Como dato anecdótico y no menor el grandísimo Clint Eastwood esta a cargo de la música de la realización.
No solo el conflicto con irak que aun persiste en medio oriente hay victimas que son soldados, su director James C. Strouse que prácticamente debuta en el cine con este drama “cuasi bélico” porque generalmente vemos films donde los hombres son parte de la guerra, su confraternidad en las tiendas de campaña y riegos en combate, pero esta cinta esta contada enteramente de la vereda de enfrente. Esta vez no es el hombre el que va a luchar al frente de batalla sino que es la mujer de un jefe de ventas de un Home Store que debe hacerse cargo de también de las labores domesticas y sus dos pequeñas hijas ante la ausencia por el trabajo prolongado de sus madre.
Un día el ejercito le dará una noticia que nunca espero y en vez de contar a sus hijas que sus vida cambiarán por completo decide invitarlas a un largo viaje a Florida para huir a un gran parque de entretenciones para dilatar la charla con ellas. Una road movie, mucho amor, hoteles y por sobre todo una mirada intima es lo que ofrece la cinta.
La película a pesar de tratar de un tema tan duro no cae en la tentación de mostrar escenas bélicas sino que sus discurso es rendir un homenaje a quienes de cierta forma mueren en vida al perder un ser querido “defendiendo los intereses de sus país”. Como dato anecdótico y no menor el grandísimo Clint Eastwood esta a cargo de la música de la realización.
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