domingo, 22 de marzo de 2009

Gran Torino


Al igual que el fabuloso monstruo V 8 que es el Ford Gran Torino, Eastwood interpreta a un rudo que también pisa a fondo para espantar y dejar atrás los errores de un pasado tortuoso buscando su propia redención.


Muchos hitos hacen que Gran Torino no sea un trabajo más de Clint Eastwood que dirige y protagoniza esta cinta, algo que no hará nunca más y se despide en grande de sus interpretaciones en el celuloide. Como olvidar al vaquero de los spaghetti western, al forajido redimido en Unforgiven o al entrenador de boxeo en Million Dollar Baby, su anterior papel. Ahora interpreta a Walt Kowalski un jubilado trabajador de una de las gigantes fábricas de automóviles de Detroit que peleó en la guerra con Corea y que vive en un tranquilo barrio rodeado por extranjeros. Es un hombre atormentado por haber derramado sangre en batalla y por el desprecio mutuo que tiene con sus hijos. Walt incluso se siente extranjero en su propio país con atisbos de xenofobia que deja entrever. La gran recompensa por haber trabajo en fábrica de autos es guardar su garaje un Ford Gran Torino en perfectas condiciones, el cual es el objetivo de un grupo de pandilleros para iniciar a uno de los suyos teniendo como prueba robarlo. Pero el imberbe muchacho falla y más encina vive en la casa de al lado con su tradicional familia que lo obliga por honor a ponerse bajo las ordenes de sus vecino para reparar su casa y la de sus vecinos para pagar su error.
El joven y su familia pertenecen al grupo asiático hmog etnia proveniente de Laos y Vietnam. Thao es un chico tímido, desempleado que a pesar de sus negativas se ve constantemente presionado para unirse a la pandilla que sigue tratando de reclutarlo a la fuerza. En una de esas escaramuzas el viejo Walt da un paso adelante en una pelea ajena para que al chico lo dejen de molestar, hecho que lo convierte en héroe para esta comunidad ganando el respeto del vecindario que lo llena de regalos y por el otro el desprecio de la pandilla que lo tendrá como su primer enemigo entrando en una peligrosa guerra silenciosa que puede estallar en el barrio en cualquier momento.
La hermana de thao más extrovertida ve en Walt un posible guía para su extraviado hermano que le falta madurar. Por su parte, Walt empieza a ver algo en el chico quedando de lado su desprecio inicial. Comienzan una particular relación que se va forjando por las necesidades afectivas de ambos. Quiere que el chico consiga un trabajo, salga adelante y por sobre todo, sentir una satisfacción paternal que no tuvo con sus propios hijos. Por su parte el chico carece de una imagen paterna.
La mezcla de culturas donde se sitúa el film lo lleva a un territorio no explorado por Eastwood. Contrario a lo rudo que debería esperarse la película con el sello del veterano no cae en ningún estereotipo, cuando el espectador espera que ocurra algo ocurre todo lo contrario, eso es madurez y cine desarrollado para sorprender gratamente con un ritmo relajado por algunos momentos pero tal como el V8 Torino a veces acelera y se hace sentir.
El reparto de la cinta, obviamente encabezado por Eastwood, proviene casi la mayoría de sobre todo orientales debutantes pertenecientes a la misma comunidad hmong sin ninguna experiencia. Solamente la experticia de un maduro director que no tiene miedo de no contar con grandes estrellas podía sacar así adelante este proyecto brindándo oportunidad a jóvenes sin cartel.
Adiós al Eastwood frente a las cámaras pero estará por mucho mas tiempo tras ella, lo que resulta esencial en la cinematografía contemporánea. Esta correcta cinta representa una historia particular para él y para sus seguidores que conforman la torre de babel que también representa la cinta. Leer critica Gran Torino en Muchocine.net

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