Con un tono moralista y bonachón esta cinta marca el regreso a los dramas del solvente Will Smith que vuelve a reunirse con el mismo director de “En búsqueda de la Felicidad”
Ben Thomas (Will Smith) es un misterioso hombre que dice ser agente del IRS (instituto de salud) y guarda un gran secreto. Se embarca paulatinamente en un viaje de redención en el que tratará de cambiar para siempre las vidas de siete desconocidos. Junto con una asistente social busca esa cantidad de personas a quienes nadie les brinda una oportunidad de mejorar sus vidas que les podría llegar de quién menos lo esperan. La historia de desarrollo pausado no va dando muchas luces de las intenciones finales de este atormentado hombre. Su ritmo lento a veces le juega en contra y esta sostenido por la sólida actuación de Smith y de Rosario Dawson, una de las musas de Tarantino. Ella interpreta a una enferma del corazón con escasas probabilidades de obtener un trasplante y que de a poco se irá enamorando de este “ángel” que trata de ayudarla. La película es bonachona, emotiva y por momentos hace reflexionar de lo distinto que seria el mundo con actitudes de apoyo a los más necesitados. Recuerda un poco a la película “Cadena de Favores” que protagonizó hace algunos años Kevin Spacey. Esta cinta eso si no tiene un relato lineal y mucha claridad en su propuesta y verdaderas intenciones, tal vez influidas por el carácter europeo de sus director.
Acá eso sí se tocan tangencialmente temas como la donación de órganos, la fragilidad de los coberturas de salud, que no es ajeno a nadie, y la dura lucha que a diario da la gente delicada de salud en los hospitales. Will Smith vuelve a dar demostraciones de que su registro dramático es muy convincente y ya no es casualidad. Desde que protagonizó "Ali" del potente Michael Mann se le ve con mayor aplomo. Esta claro si no hubiese estado en el rol principal en esta cinta la recaudación sería otra. Ya tiene sus seguidores ganados a punta de esfuerzo y por su habilidad de trasladarse desde los blockbusters a este tipo de films.
El director Gabriele Muccino responsable de la correcta “En búsqueda de la felicidad” donde también trabajó con Smith y su hijo, vuelve a reeditar esta fructífera sociedad que desarrolla películas de corte humano, pequeñas, sin más pretensiones que contar historias de carne y hueso que conmueven en algunos tramos.
Ben Thomas (Will Smith) es un misterioso hombre que dice ser agente del IRS (instituto de salud) y guarda un gran secreto. Se embarca paulatinamente en un viaje de redención en el que tratará de cambiar para siempre las vidas de siete desconocidos. Junto con una asistente social busca esa cantidad de personas a quienes nadie les brinda una oportunidad de mejorar sus vidas que les podría llegar de quién menos lo esperan. La historia de desarrollo pausado no va dando muchas luces de las intenciones finales de este atormentado hombre. Su ritmo lento a veces le juega en contra y esta sostenido por la sólida actuación de Smith y de Rosario Dawson, una de las musas de Tarantino. Ella interpreta a una enferma del corazón con escasas probabilidades de obtener un trasplante y que de a poco se irá enamorando de este “ángel” que trata de ayudarla. La película es bonachona, emotiva y por momentos hace reflexionar de lo distinto que seria el mundo con actitudes de apoyo a los más necesitados. Recuerda un poco a la película “Cadena de Favores” que protagonizó hace algunos años Kevin Spacey. Esta cinta eso si no tiene un relato lineal y mucha claridad en su propuesta y verdaderas intenciones, tal vez influidas por el carácter europeo de sus director.
Acá eso sí se tocan tangencialmente temas como la donación de órganos, la fragilidad de los coberturas de salud, que no es ajeno a nadie, y la dura lucha que a diario da la gente delicada de salud en los hospitales. Will Smith vuelve a dar demostraciones de que su registro dramático es muy convincente y ya no es casualidad. Desde que protagonizó "Ali" del potente Michael Mann se le ve con mayor aplomo. Esta claro si no hubiese estado en el rol principal en esta cinta la recaudación sería otra. Ya tiene sus seguidores ganados a punta de esfuerzo y por su habilidad de trasladarse desde los blockbusters a este tipo de films.
El director Gabriele Muccino responsable de la correcta “En búsqueda de la felicidad” donde también trabajó con Smith y su hijo, vuelve a reeditar esta fructífera sociedad que desarrolla películas de corte humano, pequeñas, sin más pretensiones que contar historias de carne y hueso que conmueven en algunos tramos.
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